Cuando desaparece una persona como Eusebia queda en Sepúlveda un hueco imposible de llenar

Cuando desaparece una persona como Eusebia Albarran queda en Sepúlveda un hueco imposible de llenar. Se van con ella infinitos recuerdos, vivencias , conocimientos y sentimientos cuya perdida nos alejan cada vez más de la época en cada pueblo era quien era y se diferenciaba de los demás por sus costumbres, sus fiestas y por la manera de ser de la gente.

Eusebita era especial, para cada una de las personas que la conocimos tuvo siempre una palabra amable, consolándonos cuando alguien de nuestra casa había desaparecido, felicitándonos por los buenos momentos, recordando con nosotros nuestra infancia y juventud. Su bondad le salía por los ojos, su interés era siempre sincero desde la amistad y el afecto que da la vida en común durante muchos años. ¡Y hacia unos flanes deliciosos con los que nos obsequiaba el día de su cumpleaños!

Una mujer trabajadora, luchadora, buena madre, buena esposa, buena amiga, buena abuela: en resumen buena.

He querido que se la recuerde en su juventud en esta foto que la muestra   con sus amigas, sonriente y estupenda, como ella era.

Mª Antonia Antoranz Onrubia