Este año se cumplen los 25 años de la Coronación canónica de la Virgen de la Peña, en Sepúlveda.
El día 28 de septiembre de 1996, el entonces obispo de Segovia, Don Luis Gutiérrez Martín C.M.F., coronó solemnemente a la Virgen de la Peña, ante una multitud de miles de fieles. Esta efeméride no debe pasar inadvertida entre el pueblo católico, ya que significó un hito en la historia de la Villa de Sepúlveda y entre los que nos consideramos devotos de tan bella imagen. La Coronación canónica de una imagen de la Virgen María es una de las formas más solemnes, excepcionales y extraordinarias del culto a la Madre de Dios, con la que se subraya la devoción por una determinada advocación de la Virgen María. Consiste en la imposición de una corona a la imagen mariana, significando de esta manera que María es invocada y tenida por el pueblo cristiano como Reina, porque es Madre del Hijo de Dios y Rey Mesiánico. Este tipo de Coronación, al ser tan excepcional, ha de venir refrendada por la autoridad del Papa, y debe cumplir una serie de requisitos como son la antigüedad e importancia del culto litúrgico a la imagen, su historia y milagros y la extensión y constancia en la devoción hacia la misma. Todo ello se cumplía con creces en Nuestra Señora de la Peña, por lo que no tardó en llegar el respaldo de Roma a esta piadosa iniciativa.
La idea de la Coronación canónica surgió por parte de la Hermandad de Ntra. Sra. de la Peña como una antigua aspiración de la misma, que incluso figuraba en los Estatutos de la misma. El recordado párroco D. Eustaquio Muñoz, junto con otros miembros de la Cofradía, prepararon la documentación requerida por la Santa Sede, que tras los pertinentes trámites y realizadas las consultas oportunas, concedió el privilegio de la Coronación canónica, efectuada por manos de Don Luís Gutiérrez Martín, Obispo de Segovia. Digo privilegio único porque, en Segovia, solo existen tres imágenes Coronadas canónicamente, Nuestra Señora de la Fuencisla en el año 1916, Nuestra Señora del Henar en el año 1972 y esta nuestra de la Virgen de la Peña en el 1996. Dichas imágenes pueden agregar a su nombre común el título de “Coronada”.
Recordar el día 28 de septiembre de 1996 es volver a ver por las calles de Sepúlveda las riadas de gentes que acudieron hasta la explanada exterior del santuario, para ser testigos de tan gran acontecimiento, los miles que participaron en la procesión posterior que recorrió el pueblo entero, bailando jotas, adornando las calles con arcos florales, lanzando pétalos de rosas ante el paso de la Madre… La fiesta y el fervor de la misma no se pueden describir con palabras. La Coronación vino precedida de una peregrinación de la imagen por los pueblos de la comarca, así como una gran misión popular dirigida por los Misioneros Claretianos, con el fin de revitalizar la vida de fe en toda la zona ya que, la Virgen de la Peña, no solo es la Patrona de Sepúlveda, sino que lo es también de su Comunidad de Villa y Tierra. La ilusión con la que recibieron esa visita de la Virgen, en el mes de agosto, 22 pueblos de la Comunidad, quedará grabado para siempre en la mente y el corazón de todos sus devotos.
Fueron unos días verdaderamente memorables. Su santuario se convirtió en meta de numerosas peregrinaciones de grupos de toda la provincia.
Es una lástima que las consecuencias de la pandemia de COVID-19 que estamos padeciendo, minen la ilusión por llevar a cabo una serie de actos conmemorativos de este aniversario, de número redondo que, en otros acontecimientos más personales, denominamos “Bodas de plata”. Si miramos atrás, 25 años no son nada, comparados con la larga historia de presencia de nuestra imagen de la Virgen, pero rápidamente nos podemos dar cuenta de lo que han sido esos 25 años en nuestras vidas, nacimientos, muertes, matrimonios, separaciones, cambios de toda índole…. De todo ello ha sido testigo nuestra Madre bendita de la Peña y a Ella hemos acudido frente a todos esos acontecimientos, haciéndola participe de los mismos. ¿No sería ahora el momento de agradecer, de forma comunitaria y solemne, en este 25 aniversario, todos los beneficios recibidos de Ella? ¿No vamos a recordar con entusiasmo y alegría el gesto que realizaron hace 25 años nuestros mayores? ¿Tan perdidos y asustados estamos que dejaremos pasar esta fecha, sin una celebración digna que recuerde este acontecimiento sin par? En el momento presente se percibe un cierto enfriamiento en la fe del pueblo cristiano. Son muy pocos los jóvenes que participan en la vida religiosa de las parroquias, uniéndose a esto el envejecimiento de la población y el vaciamiento de los pueblos. Pienso que esta es una buena ocasión que se nos presenta para refrescar esa fe y anunciarla con nuevo entusiasmo, tal y como hicieron en esa misión popular previa a la Coronación, llevando a término la probada expresión “A Jesús por María.”
El pueblo de Cuéllar va a celebrar desde el 8 de agosto de este año y hasta el 18 de septiembre de 2022 un año jubilar concedido por la Santa Sede, recordando el cuarto centenario de la concesión de la fiesta en honor de la Virgen del Henar, cuando, además, ese mismo año, se celebrarán también los 50 años de su Coronación Canónica. ¿La Villa de Sepúlveda es distinta a la Villa de Cuéllar? ¿Ha decrecido ya tanto la fe y el fervor del pueblo sepulvedano, de la Iglesia de Segovia, incapaz de recordar ese noble gesto realizado hace 25 años? Seguramente en población, actividad económica y recursos si sea distinta a la Tierra de Pinares, pero me niego a creer que en cuestión de fe religiosa y amor a su Patrona lo sea. Porque, desde el siglo XII en que levantaron un templo dedicado a la Virgen de la Peña, no ha cesado el culto en su honor. Porque desde tiempo inmemorial, sus cofradías asisten a enfermos, pobres y moribundos por amor al Señor y su Madre Santísima. Porque hace 25 años sus devotos se empeñaron en conceder la dignidad mayor otorgada por la Iglesia a la bendita imagen de la Peña y siguen, hasta el día de hoy, rindiéndole fiel homenaje. Ha sido su Hermandad y sus devotos los que han mantenido años tras año la celebración de su fiesta, precedida de la novena, los que han mantenido su santuario y los que han ido transmitiendo a los peregrinos que hasta allí se acercan, la historia de su Virgen. Según la tradición, la imagen de la Virgen de la Peña fue escondida en una cueva por temor a que fuera profanada por los sarracenos hacia año 711, durante su incursión en las tierras segovianas. Allí estuvo oculta hasta que la Villa volvió a manos de los cristianos, hacia el año 1098. La imagen fue encontrada por un pastor que venía observando cómo, al anochecer, unas luces extrañas salían de una cueva; picado por la curiosidad se acercó al lugar y descubrió la sagrada imagen. Una bella leyenda, muy parecida a la de otras imágenes de la Virgen que pueblan la Tierra de María. La imagen es una talla de madera de nogal policromada, de 1’21 metros de altura, de finales del siglo XIII, que representa a la Virgen María en Majestad, como Theotokos, sentada en una silla o trono. En su mano izquierda sostiene la imagen del niño Jesús, de pie sobre sus rodillas. En su mano derecha porta un cetro real de plata. Su fiesta se celebra el 29 de septiembre, día en que fue trasladada la imagen desde la iglesia de los Santos Justo y Pastor a su santuario, construido a principios del siglo XII. Ojalá que no olvidemos la historia, la tradición y el amor que hemos recibido de nuestros mayores y celebremos, como la Virgen de la Peña se merece, este aniversario de Coronación.